lunes, 28 de mayo de 2012

Almendro


“No sé bien qué pensar de esta parábola”(Almendro mío de Aldea de J.V.Piqueras)

Cada febrero mi padre en el día de su santo llevaba a nuestra casa ramas de almendro florido.En el vaso de cristal, frente al gran espejo del comedor ,estas flores color de rosa suave sin aroma y sin hojas, me maravillaban con sus espejismos por ninguna razón específica.Con el paso de los años aprendí lo que significaba el almendro en la mitología griega:la flor de la esperanza y de la victoria del amor a la muerte.El mito decía que una bella princesa llamada Filis,desesperada por la marcha de su marido Demofonte,hijo del rey Teseo de Atenas,se suicidó colgándose de un árbol seco . Los dioses, ante el sufrimiento y los remordimientos de Demofonte que había regresado a su hogar desierto,como indicio de compasión por el arrepentido esposo,convirtieron el tronco árido y desabrigado en el almendro que florece en pleno invierno.Su fruto dulce es a veces amargo como el amor y la vida.Tuvo que pasar muchísimo tiempo para que yoentendiera lo que verdaderamente significaba el almendro para mí.El matrimonio con sus altibajos,los hijos que crecieron ypronto se irán ,la pérdida de seres queridos,el hogar que se queda desierto,añoranzas y ambiciones muertas,este aspecto oscuro de mi vida, todo lo ha cambiado mi amor por la literatura que vuelve como la aurora y el ocaso ,cada día,convirtiendo todas mis tristezas en una  música,un símbolo,mi almendro florido sin influir en el ultraje de los años .
STELLA,27-5-2012.

sábado, 26 de mayo de 2012

Algo muy grave...

        Algo muy grave va a sucederle a este país...
La frase del título expresa, en mi opinión, un miedo muy real para el futuro inmediato de Grecia, y por desgracia no tiene nada que ver con un presentimiento absurdo. En cambio es una conclusión lógica, que se basa en la realidad concreta que hoy día afronta nuestro país.
Todos nos damos cuenta de que Grecia se encuentra ahora muy cerca de la bancarrota, mientras que las condiciones de la vida cotidiana de los ciudadanos van empeorándose cada día más. El paro es un problema clave, lo que es la causa de que un alto porcentaje de familias vivan hoy bajo el nivel de la pobreza. Muchos de los que todavía tienen trabajo ven sus ingresos radicalmente reducidos, a causa de los recortes efectuados en los sueldos, por un lado,  y del aumento de los impuestos de toda índole, por el otro. Los jóvenes del país ven que no hay un futuro para ellos aquí y muchos, entre los más cualificados, deciden emigrar, con la esperanza de encontrar más oportunidades fuera del país. El mercado está muriendo, a causa del descenso abrupto en el consumo, que a su vez se debe a la disminución de ingresos en los presupuestos familiares. Negocios tienen que cerrar definitivamente, despidiendo a sus empleados que no habían sido despedidos antes, y todos ─o casi todos─ están sufriendo una caída, más o menos sustancial, en el nivel de vida al que estaban acostumbrados. Por otro lado el sector público, que hasta ahora ha desempeñado un papel muy importante en el día a día de los ciudadanos, está funcionando a duras penas, encontrándose en un estado de estabilidad extremamente precaria: los hospitales, las escuelas, los servicios públicos relacionados con la salud y la seguridad de los ciudadanos se ven afectados cada día más, mientras que la amenaza de que el sistema sufra un colapso general, de un día a otro, es muy presente y real. A causa de esta situación, son pocos los que no están experimentando una incertitumbre tan depresiva, que ha convertido al país  en un lugar donde la sonrisa se ha eclipsado y donde todos están enfadados y malhumorados, buscando enemigos y culpables entre todos.
El pueblo está indignado ─y con mucha razón─. Pero la indignación, por muy justificada que esté, no es un estado anímico que permita pensar, para intentar encontrar la salida menos penosa y para afrontar los problemas de una manera racional. Los dos partidos políticos que alternándose en el poder han gobernado el país durante los cuarenta últimos años, reciben ahora ─y para nada injustamente─ gran parte de la ira de la población. En especial el partido que tuvo la mala suerte de encontrarse en el poder cuando estalló la crisis, ha sufrido una caída vertiginosa en su porcentaje electoral, mientras que tampoco el otro se vio a salvo del furor popular.
Sin embargo, la crisis a la que Grecia se enfrenta hoy se debe, en mi opinión, a problemas estructurales de su economía, que datan del fin de la segunda guerra mundial, si no de aún más lejos en el pasado. Seguro que la mala administración, por parte de los gobiernos de los últimos años, tiene una parte considerable de la responsabilidad, esencialmente porque estos gobiernos no quisieron ver lo que se nos venía encima, para tomar las medidas necesarias para evitar la catástrofe, sin pensar en el llamado "coste político". Por otro lado la corrupción, que ha tomado dimensiones enormes y que se ha infiltrado en todos los sectores de la vida pública de este país, tiene tanbién parte de la responsabilidad. Pero, lo más importante, para mí, es que Grecia, desde hace mucho tiempo ya, ha dejado de producir. Es por eso que no tiene ninguna autosuficiencia, en cuanto se refiere a los bienes que son esenciales para la supervivencia  misma de su población. En efecto, su economía se basa, casi en exclusiva, en el sector de los servicios ─el turismo, principalmente─, mientras que los préstamos, que están aumentando la deuda internacional del país, forman el combustible principal de una  economía basada en el consumo. No es que los griegos sean vagos, o que no quieran trabajar. Es que su duro trabajo no es productivo. Por mucho que esto nos duela, es la verdad que todos sabemos. No nos gusta que la señora Merkel, o el señor Schäuble nos den lecciones, sin embargo es cierto que el país tiene sus propias  responsabilidades para la crisis en la que se encuentra hoy. Igualmente es verdad que otra parte de la responsabilidad la tiene la crisis bancaria internacional y la crisis monetaria del euro, pero todos en el fondo sabemos que Grecia ─por culpa de sus gobiernos, pero también por culpa del pueblo que mientras que el dinero prestado garantizaba la prosperidad, votaba con entusiasmo para que estos gobiernos se formaran─ se ha dejado convertirse en un país propenso a verse afectado por cada fluctuación de la economía internacional. Es por eso que ahora Grecia es el eslabón mas débil  de la economía europea.
Es un hecho indiscutible que un gran porcentaje de los griegos están echando la culpa de la situación en la que nos encontramos hoy al maldito Memorándum ─­el “Mnimonio” ese de los mil demonios─, o sea al paquete de medidas que han impuesto al país los que le han prestado dinero. Un dinero que, sin embargo, Grecia necesitaba absolutamente, para salvarse de la bancarrota inminente y para poder cumplir con sus funciones más elementales. En contra de lo que cree  la mayoría de mis compatriotas, en mi humilde opinión el Memorándum no ha sido la causa del presente deterioro de la economía griega, sino su efecto. El deterioro ─ya lo he dicho─ se debe para mí a los defectos estructurales de la economía griega, defectos que los que nos han gobernado todos estos años, no pudieron ─o no quisieron─  corregir en su momento . Es cierto que la eficacia de cada una de las medidas que contiene el “Mnimonio” ─entre las cuales hay, de todos modos, algunas que podrían ser beneficiosas, si se implementaran─  se puede  discutir. Sin embargo, para mí está claro que, por el momento, el país no tiene gran poder para negociar mejores condiciones bajo las cuales le prestan el dinero tan necesitado. Hay un refrán inglés que dice que “los mendigos no pueden exigir”, pero reconozco que llamar “mendigo” a  un país tan orgulloso como Grecia, podría herir muchas sensibilidades...
De totod modos, creo yo, la cuestión que ahora debe importarnos más, no es tanto cómo nos vamos a vengar de los que juzgamos responsables para la situación de hoy (dependiento de las ideas y afiliaciones políticas que tiene cada uno de nosotros). Tampoco es lo más importante darles a los culpables el castigo que, sin duda, merecen. Lo que se necesita más urgentemente de nuestra parte, es encontrar la salida menos penosa de esta situación tan grave. Lo esencial es ganar tiempo, para poder corregir lo que no está bien. En un artículo que he leído recientemente en "El Pais", Timothy Garton, un catedrático de la Universidad de Oxford, resume muy bien la situación dolorosa en la que los votantes griegos nos encontramos ahora, diciendo que las únicas alternativas para Grecia en estos momentos son malas, peores o pésimas. Tenemos el deber de elegir la que es la menos mala,  aunque esto se haga con mucho asco....
Para mí lo que de todos modos tenemos que evitar, es salir de la Unión Europea.
No tanto por razones económicas, que sin duda son importantísimas, sino por razones principalmente políticas. Los más jovenes, los que no han conocido a flor de piel lo que fue la dictadura que este país padeció, avanzado ya el siglo pasado, no pueden apreciar los méritos de la democracia de la que ahora gozamos. Así que con gran ingenuidad ─para mí alarmante─ afirman que lo que hoy vivimos en este país en es en efecto una dictadura. ¡No lo es! La libertad de la expresión, la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, y entre personas de creencias, colores y nacionalidades diferentes, no es algo de lo que uno puede pasar. Al contrario, es algo inmensamente valioso, algo logrado después de años, décadas ─siglos aún─ de esfuerzo humano. Por mucho que Europa nos parezca hoy deshumanizada y preocupada sólo por cuestiones económicas, bancarias y fiscales, la verdad  es que aun es un oasis de libertad y de respeto a los derechos humanos básicos, en el mundo de hoy. Cierto que hay mucha desgracia y mucho dolor humano también en Europa. Sin embargo nadie se atrevería a decir que la situación de Europa, en este respecto, puede compararse con la de otras partes del mundo...
El respeto a los derechos democráticos de los que hoy gozamos, es en efecto algo del que no podemos ─¡y no debemos!─ prescindir. Tampoco podemos prescindir de la seguridad que supone para nuestro país ─que no es grande, ni poderoso─ el hecho de pertenecer en una familia de naciones que no pueda ser militarmente agredida, sin gran riesgo. La situación económica, más pronto o más tarde, va a cambiar en Europa, simplemente porque las cosas no pueden continuar así y además porque está en el interés común que las cosas cambien. Los pueblos europeos se van a dar cuenta de eso ─ya vemos las primeras señales─ y si la democracia aún persiste, elegirán gobiernos que van a seguir caminos diferentes. Lo que ahora debemos hacer nosotros es permanacer a toda costa dentro de la familia europea y no arriesgar, bajo cualquier pretexto, un éxodo heroico, como aquellos de los que está llena nuestra historia.
Si no, mucho me temo que algo muy grave va a sucederle, en efecto, a este país...

                                                      
 Tina Dugalí                                                                                               Atenas,  24 de mayo 2012


(Texto escrito para le tarea de clase con el tema: "Algo muy grave va a succeder...")

jueves, 24 de mayo de 2012

ALGO GRAVE VA A SUCEDER EN NUESTRO PLANETA


Algo grave va a suceder en nuestro planeta…

La noticia de la NASA fue terrible.Nos advertía de un apagón mundial,un caos total sobre la tierra con consecuencias inevitables:el paso de la era del átomo a la era del fotón,la nueva era que generaría la evolución de todas las  especies.¡En el año 2018,viviríamos en la tercera y la quinta dimensión!Además, el informe confirmaba la profecía de los mayas y de la Virgen de Fátima en lo que concierne al fin del mundo.Pero sobre todo, fue su epílogo lo que me llamó la atención,”cuando existe el conocimiento,no existen los milagros,la suerte,las coincidencias ,el azar ya que todo tiene una explicación.¡Qué arrogancia!Hay tantas cosas en nuestra viva sin explicar,cosas cotidianas,humildes ,sin importancia ,universales,pero para nosotros son tan reales como el sol que sube al cielo cada mañana.Nuestras experiencias del amor,de la creatividad,del trabajo,de nuestros sentimientos,ambiciones,esperanzas,todo lo que se repite sin cesar y nos da esta sensación de vértigo diario y forma parte de nuestra existencia,todo esto es grave y sucederá sin pronósticos ,sin determinadas respuestas porque así es la vida,como el tiempo ,no se detiene ,posee esta realidad mágica que no se somete a la voluntad de la ciencia.
STELLA,22-5-2012.

martes, 22 de mayo de 2012

Semejante al arco iris


(1885)
María está contemplando el traje de novia colgado en la pared. Pronto sus amigas vendrán para vestirla. Es un traje muy bonito, todo hecho de seda y terciopelo, lleno de bordados multicolores, con encajes finos en el cuello y en las mangas. Es el mismo traje que llevó su madre el día de su boda, y antes de ella la madre de su madre. Por muchos años fue cuidadosamente guardado en el baúl, a la espera de este día. Ya han aireado las prendas policromadas que no se pueden meter en el agua, han lavado, almidonado y planchado con meticulosidad las enaguas múltiples, la camisola de encaje, el velo transparente y las otras prendas blancas del conjunto y ahora todo está listo para ella. Ella no llevará las joyas de plata bañadas en oro que llevó su madre en su día, ya que sobre la mesa están resplandeciendo bajo el sol de la mañana los collares, el anillo, los pendientes y las pulseras de oro puro y piedras preciosas, que su futuro marido le ha regalado para lucirlas este día tan especial.
Estará guapísima. A pesar de sus doce años, ya tiene el cuerpo formado de mujer. Sus amigas todavía parecen niñas frente a ella. ¡Cómo la van a envidiar esta tarde, cuando ella sea el centro de toda atención! ¡Cómo envidian ya su suerte, por casarse la primera de todas! ¡Y encima con este capitán tan rico, dueño de un barco que cruza el Mar Negro, y de la casa más grande del pueblo, llena de cosas traídas de todos los puertos de este mar inmenso! Ella va a convertirse en una gran señora, con criadas que harán las tareas más duras de la casa. Nunca tendrá que trabajar en los campos, como su pobre madre, que después de quedarse viuda  se las vio y se las deseó para criar a sus tres huérfanos.
Al novio no lo conoce bien, todavía. Lo ha visto sólo una vez, el día de la pedida de mano, y entonces entre muchos otros invitados. Cuando el cura les puso las alianzas él la había sonreído, felicitándola con un beso en la frente. La verdad es que le pareció muy mayor ─ después madre dijo que tiene los mismos años que tendría  su pobre padre, si viviera─  y  un tanto pavoroso, con su estatura grande, su cuerpo voluminoso y su voz honda y resonante. ¿Cómo iba a vivir toda su vida con él? Ha oído decir que los hombres hacen ciertas cosas a sus mujeres, para que ellas queden preñadas y les paran hijos. Había preguntado a su madre para que la iluminara acerca de eso, pero ella sólo le dijo que no debería preocuparse por nada, que su futuro marido la iba a amar mucho y que la iba a cuidar y proteger igual que un padre afectuoso. De todas maneras, había concluido su madre, ella tenía la obligación de obedecerle y complacer a su marido, porque eso era el deber de cualquier esposa buena. Pues, tendrá que esperar para ver lo que pasa. Para decir la verdad, ahora que la boda está tan cerca, las dudas la están atormentando: ¿Acaso podrá ella vivir, desde mañana mismo, en una casa ajena, sin su madre y sus hermanos, junto a este marido tremendo, entre gente hasta hoy desconocida?
Pero ya se escuchan las risas y las voces alegres de sus amigas que están llegando. Ya están a la puerta. ¡Debe olvidarse de los malos pensamientos y de sus miedos infantiles! ¡Éste es el día de su boda! ¡Ella es la novia! ¡Todas las miradas estarán puestas en ella! ¡Será la reina de esta noche! ¡Será la envidia de todas! ¡Seguro que su vida será feliz y bonita, como este pequeño arco iris que tiembla en la pared, formado por el reflejo del sol sobre las pedrerías de sus joyas preciosas!

(1949)
Ana está en su cama, pero los nervios no la dejan pegar ojo. Sería bueno si pudiera  echar una siestecita de media hora, ya que esta noche será larga. De todos modos va a descansar un rato. Estos últimos días, con las preparaciones, las compras, las visitas de los parientes y por encima su trabajo en el banco, han sido muy ajetreados, de verdad.
Parece mentira que por fin haya llegado el día de su boda, después de tantos años con Nicolás. Casi no se lo cree. Tuvieron que esperar mucho, de verdad. Primero fue la guerra, que estalló unos meses después de haberse conocido. Nicolás fue enlistado y partió para el  frente enseguida. ¡Qué meses fueron aquellos de la espera! Recibía su carta y mientras la leía no sabía ni siquiera si su hombre estaba todavía vivo... Después, cuando los alemanes entraron en Atenas, Nicolás pudo por fin volver. Durante la Ocupación, en los años del hambre y de la miseria general, su idilio había  florecido. La muerte acosaba por todas partes, pero ellos, ajenos a todo, aprovechaban cada oportunidad para estar juntos y vivir su amor.
Cuando por fin llegó la Liberación, ella había planteado por primera vez la cuestión del matrimonio. No diría nada, si no fuera por la presión constante de su madre, que siendo viuda con seis hijas tenía gran premura de casarlas a todas lo antes posible. Entonces Nicolás le había contestado que aunque no cabía duda de que ellos dos se iban a casar un día, aquel no era el momento oportuno. Tenían primero que asegurar su situación económica. "Ya veremos más tarde" ─había dicho─ "todavía somos muy jóvenes". Había añadido, después de un momento de hesitación, que en su familia esperaban que se casara primero su hermana mayor, y que él quería respetar aquel deseo de sus padres, que él mismo también lo consideraba lógico. Ella había aceptado su razonamiento. Por cierto, esa hermana suya ─buena persona, pero poco agraciada─  había tardado mucho hasta encontrar su hombre ideal. Por fin cosiguió localizarlo y hace ya dos años que se han casado.
Ellos se comprometieron inmediatamente después. Tenían previsto casarse al cabo de unos meses,  pero para entonces estalló la Guerra Civil, y Nicolás ─que había participado en la lucha de la Resistencia contra los Nazis como miembro de una organización de izquierdas─ fue detenido, junto a tantos otros demócratas, y después desterrado en aquella islita arrida en el medio del Egeo. ¡Otro tiempo durísimo para ella fue aquel! Corrían rumores de toda índole: Que los nacionalistas iban a hundir los barcos que llevaban a los demócratas a su exilio, o que los iban a matar al llegar allí, bajo cualquier pretexto. Gracias a Dios nada de eso sucedió. Al terminar la guerra, con la derrota total del Ejército Democrático, lo dejaron por fin libre, ya que no habían encontrado nada en contra de él, aparte de sus ideas políticas.
Ahora Nicolás ha iniciado su propio negocio, con un amigo como socio, y tienen muchas esperanzas para el futuro. Tan optimistas están que Nicolás ─seguramente apresurado por su familia, que es muy tradicional─ le había pedido que dejara su trabajo en el banco, ahora que se casaba. Desde luego, ella se negó rotundamente, y él tuvo que aceptar su determinación, aunque a regañadientes. Como profesa de ser tan progresista ─¡y feminista también!─ no le quedaba otra, que conformarse. Es verdad que ella tuvo que asegurarle que su casa, su marido y los hijos, cuando vinieran, iban a ser siempre su primera prioridad. Sería su responsabilidad ─había prometido─  de conseguir compaginar su papel de buena esposa y ama de casa con su trabajo.
Su vestido de novia está colgado en la pared. Es todo de seda fina, color marfil, y es precioso. Se lo regaló su suegra, que es una modista excelente, junto con el camisón de la noche de bodas que también es de seda blanca adornado con encajes finos. ¡Estará guapa esta noche! ¡Que bien ha hecho en comprarse esta corona de flores tan elegante, como complemento! La que le había prestado su cuñada no le gustó nada. No quería decírselo a Nicolás, porque seguro que él se reiría de su coquetería. En el último momento tuvo que pedir un préstamo a su compañera para pagarla, ya que el dinero que había ahorrado para la boda se había agotado con los gastos para la nueva casa. ¡Valió la pena! Devolverá el dinero prestado a su amiga el próximo mes. ¡Sólo una vez será la novia! ¡Tiene que estar espectacular!.
La hora se está acercando . En unos minutos van a aparecer sus amigas, y junto a sus hermanas irrumpirán voceando en la habitación para "despertarla" y vestirla. Ya tiene lista la maleta con las cosas que van a llevar al hotelito de las afueras, donde pasarán unos días de luna de miel. En la maleta está también aquella sábana bajera, que su suerga le ha dado para que la ponga en la cama matrimonial. Sonreía cuando se la entregaba, diciendo casualmente que a la mañana siguiente de la noche de bodas iba a enviar al hotel a Elena, su sobrina, para que se la llevara y se la devolviera a ella. Explicó, sin dejar de sonreir bondadosamente ─quizas con una pizca de ironía, piensa ahora─ que era la costumbre en su familia que se exhibiera la sábana de la primera noche de bodas, para que todos pudieran comprobar tanto la virilidad del novio, como la pureza de la novia. Ella se quedó tan asombrada, que se le había cortado el aliento. No fue capaz ni decir esta boca es mía. Por su parte Nicolás, que también estaba presente, le había echado una mirada  fugaz a ella, pero no dijo nada a su madre.
¿Qué iban a hacer con esto? Por supuesto, ella no es virgen. Nicolás fue su primer y único amante, eso sí, pero han tenido relaciones íntimas desde hace muchos años ya. Al principio ella había resistido su acoso continuo para que se dejara, pero pasado el tiempo tuvo que ceder, aceptando que eso era de todos modos lo normal. Cierto que Nicolás debía haberle dicho a su madre, en aquel instante mismo, ¡que guardara  su sabanita para otra ocasión y también que se fuera a freír espárragos! Debía haberle dicho que la virilidad del novio y la pureza de la novia les  importaba sólo a ellos dos y a nadie más. No tuvo los cojones para hacerlo. Parece tan hombruno, pero frente a su madre se convierte en un niño, sin voluntad propia. Seguro que esta noche, cuando ella le pregunte qué es lo que van a hacer con la dichosa sábana, él responderá que no le importa un comino, que si su madre tiene el vicio de examinar las sábanas de las noches de bodas que lo haga, que ellos no se van a molestar sobre eso.  Desde luego, la cuestión es si ella tiene el coraje de empezar su vida de casada causando un escándalo con su suegra. Si ella es capaz de enfrentarse a su suegra directamente. Sabe que no lo es. No valdría la pena, de todos modos. Mejor que meta ahora mismo en la maleta un alfiler, para agujerar su dedo mañana por la mañana. Dos gotas de sangre salvarán el día. Tiene que hacerlo ella, tiene que aguantar también eso, como ha aguantado ─tres veces ya─ aquel otro, aquello muchísimo peor, en lo que no quiere pensar ahora.
Ya se oyen voces. Sus hermanas deben de estar despertándose. Sus amigas estarán a punto de   llegar. Debe levantarse para empezar su aseo. Dentro de dos horas estará en la iglesia al lado de su hombre para empezar junto a él una vida nueva. Debe olvidarse de los malos pensamientos y tener fe en el futuro. Al fin y al cabo Nícolas y ella se quieren. Han podido mantener vivo su amor, a pesar de tantos reveses. ¡Van a ser felices! Ayer, mientras él la acompañaba a su casa, después de aquel aguacero repentino, vieron juntos un bellísimo arco iris que coronaba el monte Himeto. Él le había apretado la mano y ella sintió que ambos estaban pensando en la misma cosa: El arco iris es el símbolo eterno de las buenas esperanzas, como las que tienen ellos dos,  para su vida en común....

2010
Anastasia está acostada en la cama estrecha de su antigua habitación, en la casa paterna. Hace ya tres años que viven juntos con Panos en su propio piso, pero este mediodía ha venido aquí, para almorzar junto a sus padres, en su último día de soltera. Panos también fue a comer con sus propios padres.
La boda va a celebrarse dentro de dos horas allí mismo, o sea en el patio de la casa,  ya que en esta localidad tan pequeña no hay por el momento otro lugar adecuado para las bodas civiles. Normalmente éstas ceremonias se celebran en el despacho del alcalde, que es tan estrecho que aparte de él mismo no cabrían allí sino los novios y sus dos testigos. Afortunadamente fue el mismo alcalde  quien les propuso, por su propia iniciativa, que la boda se celebrara en la casa. Ellos no se atreverían a proponérselo, por mucho que mamá había insistido que lo hicieran.
¡Sería tan bueno si la boda pudiera celebrarse en el jardin, bajo el gran pino, como lo habían pensado! ¡Lástima que ya no puede ser! Con este diluvio que ha caído del cielo después del mediodía, la tierra está ahora empapada y llena de lodo. Menos mal que está el patio cubierto y recién pavimentado, para la ceremonia. Mamá lo ha decorado todo con arreglos florales preciosos. Claro que los invitados estarán un poco apretados, pero no importa, la ceremonia civil dura sólo unos minutos. Después irán al lugar donde se celebrará el banquete. Por suerte la gente del catering les han ofrecido esta solución de última hora, ya que las mesas y las sillas que ayer habían puesto en el jardin están ahora mojadas. Se podrían secar, por supuesto, pero no hay manera de que sienten a los invitados en el jardín, después de tanta lluvia. También la temperatura ha bajado considerablemente. Por la noche seguro que hará hasta frío.
Panos y ella habían insistido en seguir con los preparativos para hacer el banquete en el jardín, aunque todos los boletines estaban de acuerdo en que el tiempo ─caluroso  y veraniego hasta ayer─ iba a cambiar al mediodía de hoy, y que habría tempestades fuertes en toda la región de Atenas. Ellos no lo querían creer, y eso que habían visto los gráficos de la previsión de precipitaciones en la red, donde se veía una mancha oscurísima puesta exactamente sobre esta localidad del norte de Atenas. Como no había llovido ni una vez en los tres últimos meses, les parecía un chiste de mal gusto el que fuera a llover precisamente el día de su boda, que la habían imaginado celebrada con una fiesta alegre en el jardín de esta casa, bajo los pinos. Podría ser que se hubieran equivocado los meteorólogos, o que la lluvia se retrasara un poco, hasta terminada la fiesta...
No fue así. La ciencia una vez más ha acertado... Mamá apenas había llegado de la peluquería, cuando empezó a tronar y en unos minutos los cielos se abrieron. Llovía a cántaros. El nivel del agua subía rápidamente, amenazando con inundar el patio de un momento a otro. Mamá agarró una escoba, y lo mismo hicieron las dos tías que llegaron para la boda desde la ciudad de origen de papá. Hasta el mismo papá había cogido una escoba, más para ser inmortalizado en una instantánea, que para ayudar a remover las aguas. A ella la habían mandado para dentro, para que no se estropeara su peinado, ya que es la novia.
Apenas media hora había durado la lluvia. Poquito a poco escampó, salió otra vez el sol, iluminando el paisaje recién lavado. Mamá la llamó para que viera el arco iris resplandeciente, que formaba un hemiciclio casi perfecto, alrededor  del  cono de Penteli.
¡Era tan bello! ¡Ojalá que su vida con Panos sea semejante a aquel arco iris luminoso! Han estado juntos desde hace ya diez años. Los últimos tres viven juntos. Se quieren. Saben que su vida en común puede tener, a veces, momentos color malva,  momentos morados. También saben que puede tener momentos color de rosa, hasta algunos preciosos momentos dorados. Ahora, minutos antes de que se levante para vestirse de novia, piensa que cada experiencia que uno vive ─no sólo las buenas─, cada vivencia, tiene su mérito. La vida misma, con sus altibajos, los miedos, las esperanzas de cada uno, los entusiasmos, los desengaños, el esfuerzo cotidiano y obstinado contra las adversidades, las risas y también las lágrimas, es semejante a un arco iris: Tiene todos los colores, y si uno la  contempla  desde  una  distancia,  es  siempre  bella.


Tina Dugalí                                                                                                   Atenas, 18 de Mayo 2012

(Escrito para la tarea de clase: "Semejante a..." 

miércoles, 16 de mayo de 2012

SEMEJANTE A LA CRIPTA DE LA CATEDRAL



La analogía no sólo me conmovió sino que ha sido el móvil para dedicar estas líneas al poeta ,arquitecto y catedrático de Cálculo de Estructuras,Joan Margarit,que nos visitó recientemente aquí en Atenas.Según él,la catedral representa la cultura con todos sus adornos y riquezas mientras que la cripta, el lugar subterráneo donde se celebra el culto,representa la poesía:el lugar donde se escucha la voz del poeta ,donde se ve la realidad desnuda,donde no se necesitan ni los mitos ni los oráculos,donde nacen las palabras descifrables y humildes cargadas de la memoria y de la historia del hombre.A pesar de haber tardado casi cuarenta años en escribir en su lengua materna ahora posee las herramientas necesarias para iluminar su tristeza,beber de la realidad de la misma manera que lo hacia como niño,aquellos días que esperaba en el matadero de su pueblo para comprar sangre.La poesía no es un oficio.La poesía es un don y si lo cultivas,te lleva hacia adelante, te libera de la oscuridad de la cripta ,te ayuda  a vivir buscando consuelo en el dolor de las palabras,enseñándote el camino de vivir con la tristeza.
STELLA,15-5-2012. 

jueves, 10 de mayo de 2012

La que se queda (semejante a la ira)



Un mentiroso. Eso es lo que fue y Penélope estaba harta de esperar. Estaba enfadada, enojada, hasta las narices estaba de estar esperándole, de estar pensando en su ausencia, en su olor y en sus palabras.   Palabras mentirosas. Que el tiempo era relativo, le había dicho. Que volvería pronto. Que sabía que ella era una mujer fuerte que saldría adelante, por eso la amaba tanto. Mentiras. Siempre mentiras.El tiempo no era nada relativo y ella lo sabía muy bien. El tiempo era algo real, concreto, pesado e inevitable. El tiempo hacía que las pasiones se desvanecieran , que las palabras se transformaran y que los miedos agrandaran. El tiempo que pasaba dejaba huella en su rostro cada día. En su mirada cada día más lejana.El tiempo es relativo mi amor, volveré pronto, le había dicho y ahora ella podía ver todas las horas del día extenderse hasta la enternidad. Y él no estaba.Ya no tenía ganas de hacer nada. Su cuarto le pareció demasiado pequeño y le dolía la espalda después de tantas horas sentada frente al telar. Para tejer siempre elegía lana de color negro. O rojo como toda esta cólera que la mantenía viva.Le odiaba por todas sus promesas que la habían dejado inmóvil, incapaz de cambiar cualquier cosa. Sus palabras por las noches y su beso de despedida le habían hecho creer que podría parar el tiempo. Que podría mantener vivo algo que se fue. Pero en esta  lucha con el tiempo ella siempre era la vencida. Cada mañana que se despertaba miraba su rostro en el espejo y allí estaba la huella del tiempo. Un pelo blanco más en su cabello negro y esas líneas alrededor de su boca cada día más estrictas.Miraba al mar desde su pantalla y le inundaba una ira que hacía temblar  sus manos. Quería tomar unas tijeras e ir a cortar el mar en pedazos. Todo este azul asqueroso quería destruirlo, cortarlo, herirlo. Azul, verde, olas blancas, las gaviotas, las rocas húmedas. Todo en mil pedazos.Luego cavaría un agujero profundo en la tierra . En la tierra amada y sólida. La tierra fiel. Con sus colores tranquilos y calientes. Tierra que brillaba como oro. Allí dentro, muy adentro, enterraría todos los pedazos del mar. Imaginaba que con sus pies y con sus manos tiraría tierra en el agujero, lo llenaría hasta arriba con tierra que olía a lluvia. Luego, la pisaría con sus piernas desnudas hasta que se extendiera por todas partes. Borraría todo lo azul. Y después agotada del cansancio dormiría encima de su tumba peculiar, tranquila por fin y bella como nunca, bella con sus grandes pestañas y su pelo negro hasta la línea oscura de tierra escondida debajo de las uñas de sus manos.Penélope siempre amaba a la tierra. Amaba su fidelidad y su coherencia. Y Ulises siempre tenía esta inmadura y urgente pasión por el mar y lo desconocido.

Artemis, 10 de Mayo de 2012 ( Texto escrito para la tarea de clase ´semejante a...´)  

SEMEJANTE A LA VIDA....


“Yo,que soy el tiempo,la sangre y la agonía.”J.L.Borges.
“La vida no es buena ni noble ni sagrada”.F.G.Lorca.
SEMEJANTE A LA VIDA…
Lloraba el niño en la playa,
su llanto inútil llevaban lejos las olas,
desolada su alma y su esperanza ahogada,
perdió su juguete entre las espumas,su pequeño tiburón.
Lloraba el niño en la arena,
su vida,sembrada de maravillas,
igual que el agua,se le escapaba
dentro de su red de pesca de un tirón.
Lloraba el hombre como el niño,
escaso de espacio, prisionero,
quería conocer todos los mares
pensaba entonces que tenía razón.
En busca de goces y de amores,
navegaba sin rumbo hacia la nada,
semejante a la vida sus andanzas,
inexplicables sus leyes,sus pasos,su resbalón.
Llora el hombre como un niño,
todo lo pierde, todo es olvido,
semejante a la vida su castigo,
le ha fallado otra vez su decisión.
Stella,5-5-2012.

sábado, 5 de mayo de 2012

El concepto del tiempo en nuestra vida


 Opino que el concepto del tiempo es subjetivo puesto que depende sobre todo de nuestra percepción de la muerte. Para mí el tiempo de mi paso por la vida tiene una forma lineal, o sea con puntos de partida (nacimiento) y de llegada (muerte) distintos que nunca podrían coincidir para que un nuevo ciclo de existencia empiece. Según mi modesta opinión, una percepción cíclica del tiempo, como es descrita en un viaje a la semilla, de cualquier divinidad,  pagana o no, se arriesga a identificarse con la espera de la resurrección y de la vida eterna. Esta tesis permite a alguien superar el miedo a la muerte, la angustia del castigo por sus pecados humanos o esperar que en el próximo ciclo tenga la oportunidad de elegir otras opciones o evitar los errores ya cometidos. Para mí lo mortal es simple, ¿quién puede garantizar que una marcha hacia atrás en el tiempo podría ofrecer una opción correctiva y entonces la redención?

Lo siento pero para mí todo el guión de la vida se desarrolla exclusivamente en una dirección: hacia adelante.
 
Martha Olimpíou, 2 Mayo de 2012                  (Texto escrito para la tarea de clase ´El Tiempo´)

viernes, 4 de mayo de 2012

De dos a nueve

En el contenedor de basura había un libro de Kafka, El Castillo, estaba escrito con letras doradas sobre la cubierta negra. Alguien lo había tirado encima de una bolsa de plástico llena de conservas de leche, cáscaras de naranjas y restos de pasta con salsa de tomate. Arriba, en el cielo, el color de la noche, que se colgaba de las estrellas débiles y borrosas, era negro como la parte más profunda del corazón.

Dieron las dos. Un gato con su pelo gris, sucio y raído  dio un salto y aterrizó en el contenedor. Olfateó los bordes de las páginas del libro y manchó su nariz con salsa de tomate.

Detrás del contenedor se encontraba la entrada de un edificio. En el piso de la segunda planta, un viejo estaba sentado en su butaca viendo la tele. Los indicadores del reloj que llevaba en su mano delgaducha, se movían a la izquierda con un ritmo lento pero al mismo tiempo continuo  e inevitable.

A las diez y media-la noche aún profundamente negra- un taxi paró en la calle. Una mujer joven abrió la puerta y se bajó del coche, diciendo al taxista:

-Lléveme al centro por favor, a la plaza Victoria.

 Sus ojos estaban secos, porque se había prometido a si misma que él no la vería llorar.

El estaba allí, mirándola desde la distancia. Se quedó cerca del contenedor y le pareció que las letras doradas sobre la cubierta del libro brillaban de una manera burlona. El Castillo era su libro favorito. Y ella lo sabía.

Fueron tantísimas las conversaciones que los dos habían tenido sobre  K. y su relación extraña con esa Frida, su existencia inexpicable en el mundo inhóspito de Kafka. Habían hablado mucho los dos, debajo de sábanas blancas y siempre con el sonido de su ventilador roto, que les hacía más soportable el calor de su cuarto pequeño.

Ahora ella se acercó a él para besarle.

-          No lo hagas . Le dijo él.

-          Te voy a odiar.

-          No. No me odies.

-          Te voy a odiar pero en este momento aún te quiero mucho.

Sus ojos estaban secos. Y así permanecerían. Apretaba sus mandíbulas tan fuertemente que empezó a dolerle la cabeza.

El tenía los ojos rojos, cansados y ninguna palabra para decirle. Tenía sólo un terror que le invadía por completo. .

-Te he traído esto, le dijo él. Llevaba el libro en sus manos.

- No lo quiero.

-Tómalo por favor. Quería dártelo. Quiero que lo tengas tú.

- Νo quiero nada de ti.

Se lo quitó de las manos y lo tiró al contenedor. El libro cayó encima de una bolsa de plástico lleno de conservas de leche, cáscaras de naranjas y restos de pasta con salsa de tomate.

  Luego eran casi las nueve. El cielo arriba se transformaba poco a poco de negro a gris. Un gato gordo daba vueltas en la acera manchada. En un piso, de un edificio en la calle de Kapodistrias número tres, un viejo preparaba su cena. En el fregadero los platos sucios estaban puestos uno encima de otro, formando un castillo. Desde la radio que estaba sobre la mesa redonda  se podía oír la voz de una mujer leyendo las noticias. Un olor pestilente subía de la calle y entraba por la ventana. El viejo pensó que era una mierda vivir encima  de un contenedor de basura, especialmente cuando los basureros estaban en su segunda semana de huelga.

En la calle, fuera de una puerta blanca del almacén de un supermercado, se había quedado una muchacha esperando. Miraba a la puerta que acababa de cerrar él. Y como el color del cielo se iba haciendo más luminoso, a medida que cada parte oscura iba desapareciendo poco a poco, ella sentía que podía respirar más fácilmente. Se acercaba la hora en la que aún no sabía nada. Se acercaba el tiempo en el  que aún le quería con ingenuidad. Las noches en las que le daba besos debajo de sábanas blancas y con el sonido de un ventilador roto salvándoles del calor.


Artemis Sofiou, el 4 de mayo 2012                               (Texto escrito para la tarea de clase 'El Tiempo') 

miércoles, 2 de mayo de 2012

A contratiempo

Altura – los políticos no están a la altura de la coyuntura económica y no puedo decidir por quién votar; Andanza – paso hacia adelante, dice el diccionario vivo sobre la mesa, pero yo lo veo hacia atrás en lo que refiere a la sociedad griega, espero poder alcanzar  la mitad de lo que planeaba lograr en mi vida cuando empecé el viaje; Estrechez – sí que entiendo esa palabra, es la falta de opciones, la carencia de perspectivas y expectativas para un futuro mejor junto con lo de la reducción de rentabilidad personal y el dolor que me provocan esos zapatos de tacón, lo que nos lleva a Anchura – la de mi cuerpo, por desgracia, es constitucional y no hay nada que pueda hacer para evitarlo, según me dice el diccionario digital. Y, ¿qué más nos falta? Ay sí, el Tiempo – de lo que no dispongo mucho, ni para apreciar las experiencias del pasado ni siquiera para disfrutar de aquellas de hoy, y aún menos para planificar el día que viene.

Así pensaba cinco minutos antes de abrir el libro de literatura para esta semana. 

Uranía,  1 de mayo 2012                                (Texto escrito como respuesta en la tarea de clase ´El Tiempo´)