lunes, 11 de diciembre de 2017

(pensamientos sobre el exilio)



La patria es una tierra mítica.
No existe en concreto.
Pertenecemos a donde pertenece nuestro corazón,
nuestra memoria y nuestros sentimientos.
“Ubi panis ibi patria”…
Es una conclusión tan lógica,
y “ubi bene ibi patria” otra,
demasiado abierta.
¡Feliz sea quien no tenga raíces!
Pero no existe.
El exilio nos recuerda,
que nos  las han cortado.
¡Enemigos fantásticos o reales deberían ser culpables!
Fuerzas demoníacas que mutilan las vidas.

La pobreza, el peligro, la amenaza,
la ira, la culpabilidad y la persecución…
son fantasmas que aúllan,
heridas sangrantes que no se recuperan.
Los días pasan
y el pensamiento permanece fijo en una sola idea:
“¡Qué de lejos!” 

Nikos Papaefstathiou

10 de diciembre de 2017

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